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miércoles, 24 de julio de 2019

LA AUTOESTIMA DEL TRIUNFADOR

Por: Fiorenzo Campeotto L.




Advertencia: El presente artículo es apto para las personas que apuestan triunfar a la vida.

           
           

Unos meses atrás escribí un artículo referente a la autoestima; hoy refuerzo las ideas del anterior con miras de triunfar en la vida. Al afirmar  Yo soy el que soy”, estamos dando el conocimiento y la aceptación del propio  “Yo” con todas las  virtudes y, porqué no decir, los defectos también.
Mayormente, nuestras actuaciones son inconsciente, pero esto  no implica que debamos tolerar  lo intolerable o aceptar lo inapropiado como algo común; por tal razón, es importante que empecemos a valorar   la consciencia, en especial, la consciencia sobre sí mismo. Es  esa consciencia de conocer lo positivo y lo negativo de la vida, de calificar, seleccionar y ordenar lo que nos resulta nutritivo para nuestro “Yo”. Todo aquello que vitaliza y nos energiza a seguir luchando y, poco a poco,  ir desplazando la desesperanza que quiere morar en nuestra mente. .
            Sobre este último elemento, la desesperanza, voy hacer un especial énfasis. A pesar que, lo tenía todo en el país que me adoptó desde los tres años, no estaba conforme con lo intolerable ni con lo común; entonces, tomé la decisión de emigrar a otro país que me brindara la posibilidad ejecutar el desarrollo de mi “Ser” y “Hacer” a corto y mediano plazo. Empecé indagar todo lo referente a él; datos estadísticos sobre educación, salud, economía y, en especial, el índice de Desarrollo Humano y forma de vida.
Contacté con unos parientes cercanos a mi madre,  pero que ella había perdido la comunicación con algunos de estos después de la Segunda Guerra Mundial, cuando existía el ímpetu de la emigración europea. Estos parientes tuvieron la gentileza de albérgame por unos meses en su casa además del apoyo moral que me brindaron; estoy infinitamente agradecido con todos ellos,  ya que emigrar no es tarea fácil, pero tampoco imposible para aquel que quiere un cambio. 
Frente a todo panorama desalentador donde es impuesta  la desesperanza aprendida por sus dirigentes políticos y, además de no existir las posibilidades algunas  de desarrollo personal ya que el dominio social, político y económico lo tienen un grupo de personas que forman parte de un círculo hermético de poder, cuyo principal objetivo son sus propios intereses económicos a todo costo, mutilando y depravando las buenas intenciones de las personas honestas, debo confesar que mi autoestima se vio amenazada en varias oportunidades  por unas series de acontecimientos que terminaron convertirse en aprendizajes.
A pesar de todos estos factores, nunca dejé de mirar que, detrás de ese escenario, se ocultaba una gran oportunidad: la oportunidad del cambio; originando un conocimiento total y absoluto sobre otra cultura, educación,  estilo y modo de vida para fortalecer al que ya tengo. Es ahí que mi autoestima se impuso frente a la escenario de la desesperanzas, del pesimismo, del conformismo y, especialmente, del negativismo. No se dio por derrotada ni  vencida,  tampoco dio tregua al cansancio.
            Por otra parte, la complejidad de la vida está en la mente de la persona. La vida no es compleja siempre nos brinda nuevos horizontes, nuevas oportunidades. Desde esta perspectiva se mide el valor de la autoestima. Es aceptar o rechazar  la voz interior que te invita a avanzar o aquella que te dice que nada sirve; aquella voz que te repite eres un fracasado o el éxito está en ti, eso no era para ti o tu  puedes, ya no tienes edad o  aprovecha la oportunidad, etc. Entonces, empiezas a evaluar  de cómo te estima, te valoras y crees en tus grandes potencialidades.  Ciertamente, las estimas o valores que te hacen otras personas son necesarias, pero no son el todo; el todo se completa con tu propio valor junto  con las valoraciones que otros hacen de ti. .
            Es el análisis  y valor  que asumimos frente a lo desconocido; es desarrollar nuestra potencialidad de decidir y actuar; es decir, si preferimos ir en contra de lo intolerable o seguimos soñando con las falsas esperanzas. Frente a las circunstancias que son intolerables te debes preguntar ¿Cuál es el giro que debo hacer en mi vida? ¿Qué debo realizar para seguir llenando mi Ser?
. Todo momento difícil, por más que la veamos difícil, siempre encierra una oportunidad. Una oportunidad que te invita a crecer y a llenar tu Ser no solo con el tener sino con el hacer. Es ahí que descubre tu gran potencial, es donde empieza a valorarte, a estimarte, le das importancia lo que realmente eres. Empieza tu recelo hacia sí mismo; ves a los otros con la mirada del respeto, la empatía, la tolerancia y, sobre todo, le empieza a valorar, porque cuando valoras a tu Ser, también valoras al  Ser de los otros; es decir es la presencia del “Ethos”.
Es la presencia del Ethos transformado en Ética, en principios y valores. Marca la diferencia sobre  aquellos que le dan mayor importancia al tener sin dar  sentido al “Ser” y “Hacer”; es otras palabras, es el sobre salir frente aquellos que solo buscan satisfacer su “Ego” y no su “Yo”.
            Por otra parte,  no es tan importante conocer el ser humano,  sino valorar  su Ser; es aceptar que todos somos independientes;  cada persona representa un mundo de complejidades, tomando en consideración el pensamiento de Edgar Morín.
Para finalizar, la complejidad no representa la incertidumbre ni lo dogmático; la complejidad es la praxis, lo pragmático; es la realidad y no las ideas; es, como la letra de la canción de Ricardo Arjona, el Verbo y no el Sustantivo. La complejidad es el devenir; la evolución;  es el constante desarrollo del Kaizen, la mejora continua. La complejidad no se detiene a pensar ni medir el tiempo porque en ella solo reina el presente, el “Aquí” y el “Ahora”. Sigues siempre hacia adelante y valora tu “Ser”, mantén la Autoestima en alto. 

Para otro tema de interés puede enviarnos tu petición o comentarios por medio del correo electrónico: fiorenzocampetto@gmail.com
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