viernes, 28 de junio de 2013

PENSAMIENTOS Y ACTITUDES POSITIVAS

Por Fiorenzo CAMPEOTTO L.

Estamos en una era llamada la postmodernidad donde las emociones sustituyeron a la razón. Esta época nos exige un cambio urgente, no puede existir un dominio absoluto ni de la emocionalidad ni del raciocinio, debe haber un equilibrio entre ambos. Para muchos autores que desarrollan temas de crecimiento personal como Juan Carlos Cubeiro, Sergio Fernández  entre otros, nos dicen que no estamos en un
 “cambio de época” sino en una “época de cambios”.


A veces, es más fácil pensar en negativo que hacerlo en positivo. Cuando pensamos en negativo el  resultado es desastroso totalmente, nuestra actitud refleja una persona sin luz ni esperanzas, todo lo vemos oscuro como si existiera una constante eclipse en nuestra vida que no permite ver el Sol sino la pura sombra. Por otra parte, a diario también encontramos personas tóxicas que afectan con su comentario o actitud nuestro estado anímico y colaboran a alimentar nuestro pensamiento negativo. 
Ciertamente no es fácil re-direccionar nuestro pensamiento de negativo a positivo, pero tampoco es imposible, tan solo un poco de voluntad. Por ejemplo: cuando logramos pensar en positivo, nos llenamos de una actitud optimista frente todas circunstancias; irradiamos la esperanza y abrimos las ventanas al Éxito en las personas que a diario nos relacionamos; superamos las dificultades con mayor control en nuestras emociones; ayudamos a otros a afrontar sus rivalidades bajo la misma modalidad. En fin, manifiesta un equilibrio emocional y emplea la razón para dar respuestas a los enigmas que encierra la vida.  
Daniel Goleman en su libro “La Inteligencia Emocional”  nos dice algunos rasgos de la persona optimista: Tiene la expectativa que todo en la vida  saldrá siempre bien a pesar de los obstáculos que pueda presentarse; la persona optimista es empático con otros, trata comprender sus necesidades y agota los medios para dar respuestas a sus inquietudes. No se deprime frente a las circunstancias más adversa de la vida, siempre tiene esperanza de salir al frente; no existe el término fracaso en su léxico sino derrotas y trata de aprovechar otras oportunidades que se les presenten. Tiene autocontrol y dominio sobre los acontecimientos de su vida, por tal razón, la confianza en sí mismo le hace a tomar decisiones de riesgos sin temor a los grandes desafíos, si pierde trata de recuperarse rápido porque sabe que en todo juego existe un ganador y un perdedor. Confía en las capacidades de otros, por tanto, se relaciona con personas optimistas y emprendedoras. 
Por otra parte, la persona pesimista es todo lo contrario, veamos algunos rasgos: Asume el fracaso y, por ende, la culpa del mismo nunca es suya sino a ciertas circunstancias de la vida. Se resiste al cambio, son incapaces de romper paradigmas. Presenta el desespero frente a momentos agobiantes, incapaz de poner en función la razón. En las oportunidades de la vida no es capaz de  tomar la decisión al momento y, como resultado, la desaprovecha. Constantemente es una persona sin esperanzas, no tiene confianza en sí mismo y  cree que no tiene la capacidad para  resolver los problemas. Su acción proyecta efecto negativo, todo es un “no” o “quejas” no aporta soluciones siempre reina la inconformidad. Lo poco que emprende lo visualiza en negativo con comentarios como “no puedo”, “no lo voy a lograr”; como resultado el conformismo, “mejor me quedo como estoy sin inventar tanto”.
Algunos consejos prácticos para lograr ser una Persona Optimista.
Partiendo de mi experiencia personal puedo darte algunos consejos para que lo pongas en función: 
1. Cree en el Creador como Ser transcendental y omnipotente sin importar cuál es tu religión de cuna sino la fe en Él. Las leyes de la naturaleza son sabias y por más que la intenten negar la existencia de Alguien superior al hombre, siempre da como resultado que ese Alguien existe y se llama Dios, Jehová o Alá. Ese Ser tu ayer, tu hoy y tu mañana de cada; por consiguiente, debes tener fe en Él porque crea las esperanzas y neutraliza las angustias. Estamos hechos a su  imagen y semejanzas, por lo tanto formamos parte de Él y, es así, no quiere nada negativo para nosotros.
2. Ten confianza en ti mismo. Solo tú conoces cuáles son tus límites  y cuáles son tus fortalezas. Eres único en la vida, no existe otro igual; pero lo importante no te pongas límite en la vida. 
3. Domina tus emociones no permitas que ella te domine, no es tarea fácil, solo con un poco de empeño podrás posicionarte sobre ellas. Usa la razón, la inteligencia y la consciencia en todo lo que hagas.
4. No hagas juicios a priori sobre circunstancias y personas, deja que llegue el momento para emitir una opinión. En otras palabras, no juzgues a nadie sin conocer su realidad. Cada quien es dueño de su vida y, por lo tanto, sabrá que va a ser de ella.
5. Siempre elabora en tus proyectos un plan A y un plan B. Sin falla uno tiene otra alternativa. Sin falla ambos, entonces emplea el plan C. En otras palabras, nunca pongas límites a tus sueños. Pero la vida debe tener siembre un rumbo, una meta, un sueño grande que alcanzar.
6. Identifica comentarios y actitudes de personas tóxicas, procuras no relacionarte mucho con ellas. Ellos buscan a quien reclutar porque van caminando siempre solos. Únete a personas optimistas y triunfadoras siempre con ellos verá la luz en el túnel.
7. Evita ver programas o leer noticias en la mañana o durante el día que pueda afectar tu estado anímico; si no  formamos parte del gobierno local o regional o nacional no podemos solucionar los problemas de la sociedad, por más que nos duelan,  pero si podemos no ser causa de ellos y corregirlos. 
8. Procura leer libros de crecimiento y desarrollo persona o escuchar audios o ver algún video o película sobre este tema porque te ayuda a fortalecer tus conocimientos y tus pensamientos para afrontar los momentos de dificultades; así estará alimentando el Alma.
9. Siéntate a gusto como eres, no hay dos personas iguales, todos tenemos talentos y habilidades únicas en la vida; evita compararte con otro o querer ser igual a él. Para nosotros ere valiosa o valiosa, muchos te aprecian aunque no te lo manifiesten. 
10. Procura mantener una salud sana tanto física como mental, para tal fin es recomendable que realices actividades que puedas sentirte en paz, armonía, siempre busca el Bien. 
11. Evita palabras o acciones que pueda perjudicar a otros, sobre todo, a seres queridos, esto lleva como consecuencias a daños irreparables, por más defectos que tengan nunca son iguales que tú, ellos también son únicos y valiosos en la vida, nos hacen falta.
12. Analiza y aprovecha las oportunidades, muchas de ellas son conspiraciones a tu favor para crecer y desarrollarte como persona y pueden ser únicas, no se repiten. Si no las aprovechas otro lo hará por ti y luego será tarde para retomarlas. 

En fin, amigo, todo depende de ti dile NO al pensamiento negativo y ponte en Acción Positiva, nadie resolverá tus problemas, solo tú puedes superarte, otros no lo harán por ti. Mantén un equilibrio entre tus emociones y la razón; un poco de razón hace comprender ciertas circunstancias de la vida. 

miércoles, 26 de junio de 2013

Egoismo y sociedad

Posted: 25 Jun 2013 12:40 PM PDT

El hombre necesita vivir en sociedad. No se trata solo de que la convivencia nos facilite la existencia, sino que, desde lo más hondo de nuestro ser, necesitamos relacionarnos, entrar en contacto, ya sea para formar parte del grupo o para definirnos por oposición a él. Sin embargo, la vida en sociedad implica la necesidad de establecer leyes para una convivencia pacífica y, dadas las diferentes formas de ser que surgen incluso en los grupos humanos más homogeneos, el cumplimiento estricto de las leyes solo puede lograrse mediante la negación del individuo.

Lo primero que somos es la conciencia de que somos, a partir de ahí somos lo interior enfrentado a lo exterior. El "Yo" (como lo interior) se complace de ciertos eventos exteriores, mientras que otros le incomodan, le dañan. El mundo es en este sentido alienígena respecto al Yo, es un "todo fuera" frente a mí, y me daña cada vez que no se acomoda a mis necesidades. Ahora enlacemos esta idea con el tema del egoísmo. Lo que habitualmente llamamos egoísmo, la preeminencia del yo frente al otro, es socialmente visto como algo negativo. No compartir, no dar, no sacrificarse, es síntoma de una enfermedad social llamada egoísmo, el centrarse el individuo en la comodidad de sí mismo a expensas de la del otro. Las normas de educación, la diplomacia, la compostura... nos impelen a dejar de ser uno mismo para ser la imagen de un hombre agradable. Ser amable y educado bajo toda situación, ceder siempre el mejor sitio, el mejor bocado, atender a las palabras del interlocutor (aunque no nos importen, aunque no estemos de humor), son ejemplos de conducta que provocan que cedamos pequeñas parcelas del yo, forzándonos a actuar de forma diferente a como quisiéramos. Y cuando al final la tirantez acaba, la tensión termina y los caminos se separan con aquél que nada nos importaba, o a quien no queríamos atender en ese momento, nos decimos que no había más remedio, que era necesario. Entonces partimos exasperados, con la sensación de haber hecho un gran esfuerzo.

Parece que a veces olvidemos que la sociedad ya nos exige de por sí un precio excesivo. Trabajar o morir, en palabras de Marcuse, ceder toda nuestra potencialidad a la causa de un sistema formado por millones de personas, de las cuales jamás entraremos en contacto más que con unas miles. Y este si es un precio que no podemos dejar de pagar, a riesgo de perder la propia vida. Es la sociedad, como parte de ese mundo exterior al yo la que, desde el mismo momento de nuestro nacimiento, nos exige que formemos parte de ella, que le demos la espalda a nuestra libertad individual y vivamos a su modo sin preguntar jamás si estábamos dispuestos a ello. Me parece cuanto menos curioso que esa sociedad, la misma que nos arrebata la posibilidad de correr en cualquier dirección y que cercena nuestro deseo de ser libres, nos exija ademas que le sonriamos. Todo aquel que vive al margen, por su propia voluntad o por ignorancia, del problema que supone que seamos meros esclavos de un sistema que nunca nos preguntó si queríamos formar parte de él, es tan solo un engranaje de esa gran maquinaria llamada sociedad, una pieza que funciona a la perfección, pues ha cedido con toda naturalidad la parte más esencial de ser humano: la libertad.

Somos animales, pero también somos mas que animales. Nuestra parte animal quiere autonomía, esto es, libertad para satisfacer sus necesidades. Asimismo, gracias a nuestra parte específicamente humana, nuestro intelecto, tenemos la capacidad de comprender lo que significa esa libertad y amarla. Así, ambas mitades de nuestro ser, animal e intelectual, refieren a la libertad primariamente. Y sin embargo muchos, la mayoría, no tienen problemas en negarla. Si, somos libres de hacer muchas cosas, podemos elegir entre muchas opciones. Pero no debemos olvidar que, viviendo como vivimos, perdemos gran parte de nuestra potencialidad. Parece que el sistema nos dijera: tiene usted este inmenso camino. Puede andar en cualquier dirección en él, pararse aquí, mirar allá... Pero si nos preguntamos qué pasa con todos los otros caminos que podemos plantearnos, pensar o imaginarnos, la única respuesta de la sociedad es que esos caminos están vedados.

Lo que en la sociedad suele llamarse egoísmo no es más que la afirmación del yo interior, el último reducto de nosotros mismos que nos queda. Por ello, no creo que deba resultarnos extraño que el individuo trate de satisfacerse a sí mismo dentro de los límites impuestos por el sistema. No creo que sea necesario que se nos exija hasta la última gota de sudor, que demos todo hasta el final. Al fin y al cabo, hombre y sociedad son entes diferentes. Y en ocasiones, el hombre debe reafirmarse, y decir: Tú existes, pero yo también. Y pienso hacerte oposición hasta que la muerte me venga a buscar. Porque hoy, yo elijo no ser tú. Yo elijo ser yo.
Fuente: Impresiones Vivas

domingo, 16 de junio de 2013

DESDE LA VIRTUD EN SÓCRATES, PARA EL ÉXITO Y LA FELICIDAD

Por Fiorenzo Campeotto L.
         
         Sócrates parte del supuesto que todos, hombres y mujeres, estamos llamados a ser felices. Es cierto, es la constante búsqueda de todo individuo: Aspirar a la felicidad; por ende, ésta se convierte en una ley irrevocable del Éxito. Todo ser humano al nacer está llamado a ser feliz, inicia la constante búsqueda de poner orden al caos de su vida para lograr su máximo sueño: La felicidad; nuestras acciones pone en función a ella; para unos está depositada en las riquezas materiales o un buen automóvil o en la belleza física,  pero en fin, el verdadero sentido de felicidad para Sócrates no radica, en su totalidad, en estos elementos.

    Para Sócrates todo lo antes mencionado son insuficientes para aspirar a la felicidad, ¿por qué? Porque son elementos transitorios y no trascendentales. Para lograr su trascendencia deben ser aplicados para y por el Bien, es decir, en el buen uso de ellos, no como elemento subjetivo de satisfacción personal sino factores objetivos del Bien personal y colectivo.
        No obstante, para este filósofo griego estos factores de estética, materiales y reconocimientos solo pueden ser considerados como Buenos si son analizados por la sabiduría; factor de suma importancia en todo accionar del ser humano. La sabiduría se convierte en la esdrújula de todas las actividades, por emprender y emprendidas,  para conquistar la felicidad, ya que puede transformar nuestro accionar en actitudes por y para el Bien.
          La realización de una acción sabia rechaza automáticamente todo lo negativo, por ejemplo: si aspiramos al éxito debemos empezar por cambiar nuestra actitud y, solo la logramos,  optando por transformar todo pensamiento negativo en positivo; esto nos conduce a buscar la felicidad en lo bueno de una acción,  ver la Vida desde la óptica positiva, hacer todo lo que vamos a emprender para el Bien. Desde esta perspectiva podemos hablar sobre la aplicación ética en todos nuestros proyectos de Vida porque lo estamos haciendo bajo la consciencia de sentirnos Feliz y, la felicidad es Paz, tranquilidad, armonía.
           
             Bajo este orden de ideas, según Sócrates,  la felicidad, al formar parte de la sabiduría, va a pertenecer  a un sistema de continuo aprendizaje, porque nos enseña a conocer las virtudes y ponerlas en función del Bien. Por lo tanto, cuando nos afrontamos a los errores de la Vida, éstos  pasan a formar parte de experiencias, a diferencia de las virtudes que es un saber; si  nos equivocamos corregimos y rectificar es una virtud de sabio, solo el necio queda en lo errado.
            
            En fin, podemos decir que existe momentos de fracasos y derrotas, todo depende de la perspectiva que lo mires; si no te levantas de nuevo, el fracaso pasa a ser el grave problema de tu vida, se convierte en una tormenta sin fin; no podrás ver al  futuro porque tiene la mente obstruía, pierdes las esperanzas de encontrar la luz en la oscuridad.
          
           Por otra parte, cuando el fracaso lo mira como error, tendrás el coraje  de emprender nuevas acciones, te levantas a tomar nuevos rumbos, no te importa comentarios algunos que pueda perjudicar tus sueños, sino la meta que tiene en la mira para ser alcanzada; entonces, tendrás la experiencia de convertir todo lo negativo en positivo; en tu historia solo se escribirá “no existe fracasos sino derrotas”.

            
           Finalmente, Sócrates nos invita que la sabiduría por sí sola no logra mucho conocer lo bueno sino va acompañada de la educación; ésta no debe ser vista como algo  colectivo sino como un sistema entrelazado con el todo, para que el individuo sea formado como una persona integral y lograr la sana convivencia con el medio ambiente y la sociedad en que nos desenvolvemos. Toda  persona que aspira al Éxito necesita estar en una constante dinámica educativa para su sana salud metal, espiritual y física en la constante búsqueda de la felicidad. 

sábado, 15 de junio de 2013

¿Qué es ser un Emprendedor?

¿Te consideras que eres Emprendedor? Si aún dudas te invito ver este vídeo... ¡Ah! No olvides tu puedes ser emprenderor.

viernes, 14 de junio de 2013

¿Qué es Emprender?

Si aún no conoces lo que realmente es Emprender, te regalo este vídeo donde explica su definición útil para la Vida. ¡¡¡APROVECHA QUE TODAVÍA ESTÁS A TIEMPO PARA EMPRENDER?