sábado, 21 de enero de 2012

LAS EMOCIONES COMO BASE PARA EL ÉXITO



Lic. Fiorenzo CAMPEOTTO L.


Mucho se ha escrito y sigue escribiéndose sobre el éxito desde diferentes puntos de vistas y criterios, porque es factor importante para la evolución del individuo a través de su paso por la vida. La sociedad actual ha creado como ícono del éxito el tener un automóvil deportivo o un yate ultra moderno o convertirse en un hombre o mujer empresarial o sino una majestuosa mansión con una esplendida biblioteca y un mini computador de última generación realizando transacciones bancarias, etcétera, etcétera, etcétera.
Debo decir que esto no está mal es alcanzable si nos lo proponemos, pero no lo es todo. Lo negativo de esta publicidad es que no dice como lograr el éxito ni cómo empezar. Las letras claves del éxito son: YBT (YO-BUSCAR-TENER). El éxito debe estar primero en mi desarrollo personal, en lo que soy. Es aceptarme tal como soy examinando mis virtudes, cualidades y mis defectos para posteriormente corregirlo. Luego es buscar, accionar todo mi potencial para alcanzar las metas o sueños en lo profesional o laboral, en lo familiar y, finalmente, en lo social. Aquí juega un papel importante las emociones que posteriormente hablaremos más de ellas. Finalmente, es •”Tener”, al conocerme empiezo a buscar para tener, es lograr lo que estamos buscando y disfrutar a plenitud dicho logro.
Por tal fin, solo conocemos del éxito cuando empieza, pero no cuando termina; no tiene fin. Las personas exitosas están en constante progreso, vencimiento y lucha. Podemos decir que el éxito es progresista e inconformista. Los factores o elementos destructivos del ser humano no entran como componentes del éxito. No preguntaremos ¿qué papel juega aquí las emociones?, ¿influyen positiva o negativamente en el éxito?
Las emociones unidas a los sentimientos y ambos conjuntamente con nuestros deseos y sueños forman parte de las respuestas a nuestras necesidades, convirtiéndose en un eje direccional de la vida. Por lo tanto, no podemos analizar o estudiar las emociones separadas de los sentimientos; no son sinónimos ni antónimos, cada una juega un papel importante en la vida. Por ejemplo, siempre digo que el Amor es lo más importante para el desarrollo del ser humano, desde niño o, mejor dicho, desde que estamos en el vientre de nuestra madre, si no existe Amor seremos una persona con dificultades de autoestima, creceremos en medio de frustraciones y traumas; el amor no es una emoción sino un sentimiento que impulsa una emoción.
Las emociones y los sentimientos proyectan la afectividad como factor importante para el desarrollo de la persona en cuanto a la autoestima, cuyos elementos son: auto-aceptación, auto-valoración, auto-aprecio y auto-evaluación.
La auto-aceptación es aceptarme tal como soy: conocer mis cualidades y virtudes, el desarrollo propio y no impositivo de mis talentos; la auto-valoración es valorarme como persona no sentirme ni superior ni inferior de los demás, es valorar mi aspecto físico y psíquico; el auto-aprecio es romper con la timidez y tener confianza de mí mismo, es lograr lo que nos proponemos porque sí podemos alcanzar nuestro sueños; finalmente, la auto-evaluación se convierte en nuestra voz interior en todo lo que realizamos, lo hacemos por y para el bien, la auto-evaluación es similar al examen de consciencia. Por lo tanto, la afectividad se sustenta en este último factor, en la consciencia de mi “YO”, para proyectarlo y abrir mis fronteras al “OTRO”.
Cuando observamos un hombre o mujer exitosa, la miramos como una persona equilibrada con una afectividad alta de sí mismo y hacia los demás, sin complejos ni temores en comunicar y relacionarse; es una persona que mantiene en alto su autoestima y por ende, su auto-aceptación, auto-valoración, auto-aprecio y su auto-evaluación.
Visto esta aclaratoria, empezaremos por definir las emociones. Se puede decirse, aunque parezca contradictorio, que las emociones son sentimientos fuertes que pueden causar placer, gozo o dolor. Placer o gozo cuando disfrutamos de un acontecimiento positivo, dolor cuando existe circunstancia de la vida que son inevitable como la muerte de un ser querido. Por lo tanto, las emociones es la capacidad que poseemos cada uno de nosotros en particular en reaccionar y ajustar el nivel de la afectividad frente un acontecimiento particular bien sea interno o externo.
Las emociones se presentan en forma inconsciente, involuntarias y se vuelven incontrolables, porque son espontáneas y la persona tiene poca posibilidades de dominarlas, pero si tenemos la capacidad de decidir el tiempo que queremos que permanezcan en nosotros.
El objetivo de las emociones es mantener un equilibrio en la persona entre su estado psíquico-mental con sus sentimientos; cuando este estado no se da estamos hablando de un desequilibrio emocional en la persona. Uno de lo más común es la neurosis cuyos elementos o rasgos característicos en la persona son: depresión, inseguridad y miedo. No obstante, estos elementos no se dan aislados del estado físico, en él proyecta perturbaciones cardiovasculares, gástricas y genitales. Otras de las manifestaciones de la neurosis es la histeria donde la persona se afirma en llamar la atención y compasión de los demás. Por lo tanto, podemos afirmar que la neurosis de convertirse en un desequilibrio emocional pasa a ser una enfermedad emocional.
Quiero hacer énfasis sobre uno de los elementos de la neurosis: el miedo. Muchas de las oportunidades del éxito la dejamos pasar por la presencia de temores, miedo hacia lo desconocido o cambio de paradigma de vida. El miedo es una forma de anticipar a un posible dolor; el dolor no es propiamente físico sino emocional. Por consiguiente, dentro del camino del éxito es normal sentir temor o miedo que a veces entramos en un estado de confusión, pero como persona equilibrada y de excelente autoestima, debemos superar estos temores con sabio análisis sobre las posibles alternativas a elegir en un momento oportuno de la vida, siempre en mira hacia el Bien propio y común.
Bajo este orden de ideas, podemos decir que existen emociones positivas y emociones negativas; las primeras nos ayudan alcanzar el éxito las otras no los impide. Las emociones positivas, agradables producen efectos saludables sobre nosotros, a su vez nos mantiene siempre motivados a pesar de elementos externos negativos que podemos encontrar durante el trayecto del éxito.
Las emociones positivas también tiene su repercusión dentro del estado físico de la persona: evita la contracción muscular, mantiene las arterias bajo presión con normal fluidez sanguínea, respiración normal y no alterada y, finalmente, óptimo estado endocrino glandular.
Por otra parte, las emociones negativas producen síntomas fatales en la persona, todo lo contrario de la anterior. Tan solo miramos la enfermedad psicológica del siglo XXI: el estrés. El estrés tiene una serie secuelas negativas a corto y mediano plazo tanto para el hombre como la mujer y, ahora, también existe en los infantes y adolescentes.
El cuadro que veremos a continuación existe los rasgos característicos tanto de las emociones positivas como las negativas:
EMOCIONES POSITIVAS
 Estimulan la vitalidad (aumento de la energía psíquica y fisiológica)
 Influencia en la productividad psíquica.
 Desarrollo de la habilidad mental.
 Optimismo constante.
 Amplitud mental.
 Desarrollo de ideas creadoras.

 Desarrollo de actividad social.
 Comprensión humana
EMOCIONES NEGATIVAS
 Estimulan los factores depresivos: inseguridad, tristeza, resentimiento.
 Estimula la actividad psíquica negativa.
 Desgaste de energía.
 Incongruencia entre el Deseo y la Voluntad.
 Extremismo en los juicios.
 Inestabilidad mental: pre-neurosis.
 Conflicto social: rechazo al sistema e inadaptación.
 Falta de atención y concentración.
 Pesimismo constante.
 Desarrollo del Ego.

La persona exitosa siente un equilibrio emocional entre sus pensamientos y sus acciones, está a gusto con su “Querer” y disfruta al máximo lo que hace. Es creativa y siempre aporta ideas positivas que ayudan tanto su crecimiento como los demás. No mantiene discurso negativo y desarticula de su lenguaje todas palabras que impliquen negatividad o bloqueo de progreso; siempre ve el lado positivo de las cosas y mantiene una actitud optimista a pesar de las circunstancias externas que pueden ser a veces negativas. No es una persona cerrada en sus pensamientos siempre está atenta a escuchar otras ideas u opiniones que parten de la experiencia positiva. Posee una capacidad analizadora para tomar la más sana decisión y evitar perjudicar tanto a sí mismo como a otras personas. Es sociable, abierto al diálogo, sencillas y comprensible frente a el Otro.
Por lo tanto, esto no se logra por sí solo sino con una constante disciplina, práctica y cambio de hábito de vida. Para tal fin, es recomendable mantener una sana salud psíquica y física. La primera la alcanzamos llenándonos de constante carga positiva, optimista y deseo de superación, evitando y superar todos factores de estrés como: programas televisivo con carga de violencia o discurso negativo, lectura de prensa amarillenta, frecuencia de amistades o conocidos pesimistas. Evitar las creencias de supersticiones y hechicerías.
En cuanto a la sana salud física recomiendo descansar lo recomendable, evitar la exagerada carga y compromiso laborales, practicar a diario o dos veces a la semana una actividad deportiva o recreacional que ayude librar el agotamiento mental, mantener una buena alimentación balanceada de proteínas y fibras.
Como recomendación final digo un gran secreto para lograr el éxito: el Decálogo del Vivir
1. Aprende a disfrutar cada momento de la vida.
2. De las experiencias negativas nunca las veas como un fracaso, evita esta palabra de léxico, sino mírale como un aprendizaje.
3. Esfuérzate en mantener siempre un buen humor, de lo contrario evita decir algo que pueda lastimar a tus seres queridos.
4. Trata siempre sonreír aunque sea una vez al día
5. Nunca diga que las cosas va mal o regular, siempre diga excelente, por vives y respira, hay otros que están en circunstancias peores.
6. No te lamente mucho por el pasado preocúpate en disfrutar el presente para vivir el futuro.
7. Mantén tu espíritu en conexión con Dios, solo así conocerá lo Bueno y lo Hermoso de la Vida.
8. Comprende a Otro, nunca dé un consejo que lo pueda perjudicar.
9. Mantente alerta sobre todas las circunstancias que pueda perjudicar tu estado psíquico como físico.
10. Evalúa una vez al día todas tus acciones para corregir las débiles y descartar todas las negativas.
Finalmente, te doy un consejo:
…Todo fluye… Nunca nos bañamos dos veces con la misma agua del río”
Heráclito
BIBLIOGRAFÍA
Cortés A. de, Lourdes y Jesús Aragón D. (1999).
Autoestima. Editorial San Pablo. Caracas-Venezuela.
González R., Elena. (1978).
Curso de Psicología Dinámica. PS Editorial. Madrid España. 2da. Edición.
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Caracterología de la Infancia y de la Adolescencia. Editorial Luis Miracle. Barcelona-España.
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Las claves del comportamiento Humano. Amat Editorial. Barcelona- España.
Pedroso María. (2004).
El Adolescente y su psicología. Editorial San Pablo. Bogotá-Colombia.
Tierno Bernabé. (2001).
Psicología Práctica de la Vida Cotidiana. Ediciones Temas de Hoy. Madrid-España. 2da. Edición.

jueves, 19 de enero de 2012

EL PODER DEL DESEO, CLAVE PARA EL ÉXITO


EL PODER DEL DESEO, CLAVE PARA EL ÉXITO
Fiorenzo Campeotto

No es lo mismo decir el “poder del deseo” que el “deseo del poder”, aunque son las mismas palabras pero invertidas, ambas frases hacen referencia al DESEO. El Poder del Deseo alude al deseo como tal para hacer realidad nuestros sueños, nuestras esperanzas, lo que tanto anhelamos y estamos luchando para conquistarlo; en otras palabras, nos empuja a hacer realidad nuestro proyecto de vida. En cambio, el Deseo del Poder hace referencia a la ansiedad de algunas personas para obtener el Poder; podemos decir que presenta una patología de dominio absoluto, falso liderazgo o como lo manifiesta Luis Bravo en su libro “Éxito y Liderazgo” cuando habla del líder manipulador.
Nos preguntamos ¿Qué se entiende por Deseo?
Para Aristóteles el Deseo es un apetito y éste produce ansiedad que debe ser satisfecha. Locke refuerza esta definición como “la ansiedad que un hombre halla en sí a causa de la ausencia de algo”.
Por otra parte Karol Wojtyla (S.S. Juan Pablo II) en su obra Persona y Acción nos dice que el Desear “es apuntar a algo”; por tal razón, según este autor, no es suficiente decir que nos gustaría ser o hacer o tener tal cosa, sino que esa cosa que deseamos ser, hacer o tener nos produzca un estado de excitación y anhelar con todas nuestras fuerza para alcanzar la meta propuesta. Para Wojtyla K. la excitación produce ciertas manifestaciones dentro de nuestro organismo: circulación sanguínea, respiración, aceleración del ritmo cardíaco, etc. Me acuerdo en mi época de adolescencia los primeros enamoramientos a que llamamos platónicos, cuando veía a la chica de mis ilusiones, producía cierta coquillas en el corazón, sudoración fría, etc. Algo parecido a esto es el estado de excitación que debe producir lo que deseamos.
Otro ejemplo de lo ante expuesto lo podemos ilustrar con nuestra sed, ésta produce ciertas reacciones en nuestro organismo, primero deseamos beber una jarra de agua bien fría porque sentimos la garganta seca, respiramos con fatiga y empezamos a inquietarnos hasta buscar por todos los rincones agua y poder saciar nuestra sed. Ya conseguida el agua y la tomamos nos sentimos que hemos satisfecho nuestra necesidad y empezamos a rumbar nuestra mente y energía para otro destino.
Siguiendo este orden de ideas, el Deseo hace que algo sea atractivo, vemos en él una serie de propiedades que nos agrada. Siguiendo el ejemplo de la chica, la vemos hermosa, atractiva, amorosa, es la mujer de nuestro sueño; no debo obviar que lo mismo pensará y sentirán las chicas por un chico. Y en el ejemplo de la sed, lo atractivo es la jarra llena de agua con hielo para satisfacer la sed de lo contrario no estamos del todo conforme y, en algunas oportunidades, empezamos a descartar el objetivo que no es tan deseado. En fin, ese mismo carácter que hace “algo” atractivo o no es lo que determina la Voluntad del “deseo”, es decir en aceptar o rechazar a ese “algo”.
Sin entrar en discusiones banales cuánto se ha escrito y publicado sobre el Éxito y siempre surge la pregunta por qué algunos alcanzan tener lo que quiere y otros no. Yo comparto a plenitud que todos podemos lograr lo que queremos, todos tenemos la potestad de hacer realidad los sueños que tanto anhelamos. Lo que logran hacer realidad su proyecto de Vida es porque han entendido el poder del deseo; sienten con ansiedad lo deseado. Poseen apetito de ese “algo” y este apetito le abre la ansiedad del deseo, este abrir es conquistar las oportunidades de la Vida, sacrificar unas cosas para lograr el beneficio de otras, multiplica sus logros, sus esfuerzos y sus energías.
Anteriormente, le comentaba sobre la “Voluntad del Deseo” es porque el Deseo forma parte de una acto de Voluntad. La Voluntad es “querer” y ese “querer” es un acto de nuestra “Libertad”. Somos seres libres para querer lo que anhelamos y decidir si lo conquistamos o no. Por tal razón algunos alcanzan lo deseado, otros quedan a medio camino y otros no se deciden nunca a tomar la iniciativa. Basta haberle dicho a otros lo que anhelamos y éstos lo logran para después decir “…esa idea fue mía”. Sí, pero nunca la ejecutaste o abandonaste. Ese alguien fue más astuto y te robo tu idea, porque siempre tenemos una excusa o le echamos la culpa a ciertas circunstancias de la Vida.
Cuando tenemos definido una meta en nuestra vida y esa meta es buena, debemos mancomunar nuestros esfuerzos para lograrla frente a todos obstáculos. Superar y vencer los problemas, saber como afrontar todas vicisitudes negativas que se convierten en piedras de tranca. Convertirnos en personas estrategas, planificadores y ejecutores de lo planificado. De lo contrario, podemos decir que nuestro Deseo ha fallecido, debemos darle la santa sepultura; no existe el Poder de la Voluntad para ejecutar nuestra meta.
Para evitar la sepultura de nuestro proyecto de Vida es importante que entre en acción los elementos en común de: DESEO-VOLUNTAD-LIBERTAD; si estos tres elementos no permanecen unidos no logramos lo que anhelamos. Esto lo experimentamos cuando vemos que el Deseo es mayor, entonces produce una mayor ansiedad de lo que queremos y, por ende, la Voluntad será mayor y poseemos la Libertad de decidir la ejecución de nuestros planes en forma inmediata. Viceversa, cuando el Deseo es menor no existe la ansiedad y, como consecuencia, la Voluntad entra en una disyuntiva de querer o no querer y nuestra Libertad queda totalmente restringida para decidir si lo ejecutamos o no, otros serán que decidirán por nosotros.
Finalmente, le diré que el Deseo no puede ser impuesto ni obligado, dejaría de ser Deseo para convertirse en “Algo Impuesto”. El Deseo debe ser Voluntario y Propio de cada quien para convertirse en la Clave del Éxito; el Deseo unifica y canaliza todas nuestras energías y esfuerzos para alcanzar el Éxito, en lo personal, profesional, espiritual, mental, social, intelectual, patrimonial, emocional, física y financieramente.

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Fiorenzo Campeotto
Cies Vida.