Lic. Fiorenzo Campeotto L.
Filósofo
Aunque la Filosofía viene etimológicamente del
griego “Amor a la Sabiduría”, existen algunos pensadores que tomaron la
iniciativa de filosofar sobre el Amor; pero el Amor como una inclinación, una
posición, una aspiración, una esperanza. Encontramos diversas modalidades de
manifestar el Amor pero siempre es AMOR, bien sea: amor físico o sexual, amor
paternal, amor entre amigos, amor espiritual, etc.
Pues
bien, veamos lo que nos dice algunos filósofos sobre el tema, comenzando por la filosofía griega y
finalizando en la contemporánea. Ciertamente, no son todos porque no es la
finalidad del presente artículo, pero sí lo más relevantes.
Empédocles
(490-430 a.C) filósofo y político democrático griego, nos dice que junto a los
cuatros elementos que originan la Vida: Agua, Aire, Fuego y Tierra; existen dos
fuerzas cósmicas y eternas que dan equilibrio a la Vida: El Amor y el Odio. Una
unifica y la otra disgrega; pero ambas son necesarias porque desde su función de
agrupar o separar, surgió la creación del Universo, del mundo y de la Vida.
Para
Empédocles en el proceso de unificar y disgregar siempre debe predominar el
Amor sobre el Odio, porque si predominaría el odio todo quedaría separado y no
habría una integración de las fuerzas cósmicas y del Universo. Tan solo véase
La ley de la Gravedad de Newton que es la perfección de la ley del Universo.
Por otra parte, si todo quedaría en el Amor sin el odio, entonces no existiría
nada porque todo quedaría en un solo bloque sin existencia del Universo, el
Mundo, las estrellas, el hombre y la mujer, los animales; es decir, no se daría
la evolución de la Vida. Por tal razón, es de suma importancia que el Amor predomine sobre el Odio, ya que es
la fuente del equilibrio y la armonía entre los seres existenciales.
Ya
un poco más avanzado en la filosofía
griega, Platón (427-347 a.C.) seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles,
nos habla que el Amor posee cuatro grados de manifestación dependientes del uno
con el otro: Primero, tenemos al cuerpo bello del Amado, es una guía a la
belleza impersonal para entrar al Segundo que es el Amor Moral de las almas
conduciéndonos al Tercer grado el Amor de los Sentimientos bellos dónde
finaliza al Cuarto Grado El Amor de la belleza absoluta trascendental y
suprasensible de las bellezas de todas las cosas.
Un poco más reciente, finalizando la
época de la Filosofía Medieval, encontramos al filósofo español León Hebreo
(1460-1535), teólogo y médico, nos dice que el Amor proviene de Dios, siendo
éste
causa y efecto del Mundo, de la Vida y de todo lo creado; por consiguiente, gracias a este Amor, todas las cosas del Mundo retornan a Él. Es decir, nos presenta un Amor teológico, proveniente de la fuente y todo lo creado es manado por El. Gira en torno a la idea platónica del Amor, los cuatro grados que todo finaliza en la correlación con el Amor a la belleza Absoluta.
Dentro del marco de las etapas
históricas de la Filosofía, encontramos a Max Scheler (1874-1928) filósofo
contemporáneo de Alemania. Nos dice que el Amor no es una idea innata derivada
de la experiencia o de un impulso de la libido, sino un impulso consciente e
intencional dirigido hacia lo amado; es amado porque es valorado positivamente.
Por consiguiente, para Scheler el Amor es visto como impulso valorativo y
consciente, no debe confundirse con la simpatía, la compasión o la piedad; sino
como un acto personal que únicamente, por medio de la Voluntad y la Libertad
que cada uno tenemos, elegimos o rechazamos valorativamente.
Para finalizar, debo decirle que todos
tenemos la oportunidad de Amar porque estamos conectados por la Fuente del
Amor; el Amor es Positivo, es el Bien, nos unifica; ciertamente, en la dinámica
de la vida, algunos ciclos se abren y
otros se cierran bajo diversas circunstancias.
Lamentablemente, dentro de nuestra cultura occidental aún existen
tabúes y creencias donde condenamos a
las personas que le han cerrado, no por naturaleza, sino por circunstancias
entre las partes, su ciclo. Creemos que éstas
no tengan otra oportunidad de volver iniciar otro Amor, gracias a la
influencias de códigos morales, malinterpretados e inflexibles por algunas
religiones, que contradicen, inclusive, la Ley del Amor Supremo con los seres
creados.
Lo importante al cerrar un ciclo de
Amor, es que entre las partes asuman sus diferencias, pero que respeten las virtudes
de cada quién; asuman con consciencia
que llego a su final a pesar de haber, quizás, agotado todos los medios.
Responsablemente, al concluir un ciclo
de Amor es no lastimarse lo uno a lo otro, porque todos merecemos ser
respetados y valorado nuestra dignidad;
en el ayer hubo Amor, ilusión y esperanzas. En el presente queda
recuerdos de momentos hermosos vivido, lo trágico quedo atrás, nunca existió
porque impedirían avanzar hacia el futuro. En el futuro tan solo queda un nuevo
inicio, una nueva vida, una nueva oportunidad que solo cada uno de nosotros
merecemos por ser hijos del Amor de la Belleza Absoluta,