domingo, 23 de marzo de 2014

El Éxito no es un juego de la suerte.

Por Fiorenzo Campeotto L.

           Algunas personas piensan que el éxito va acompañado de un poco de suerte en las oportunidades y  actitud, dos ingredientes totalmente opuestos para este fin. Quizás, desde la perspectiva de estas personas estarían en lo correcto para justificar las oportunidades rechazadas,  mas desde mis conocimientos y experiencias sobre la materia,  no lo veo así.
           
           Primero debemos ubicarnos qué entendemos por Éxito. Ciertamente, pueden existir diversas definiciones sobre el mismo, pero considero que lo importante es que cada uno de nosotros dejemos en claro que entendemos por el éxito. Les voy a dar una pista de Opi Juan autor del libro “Las claves del comportamiento Humano”  quien cita  la obra “En busca del éxito”:

“Reír con frecuencia y mucho.
Merecer el respeto de personas inteligentes y el afecto de los niños.
Ganar el reconocimiento de críticos honestos y soportar la traición de falsos amigos.
Gozar de la belleza.
Descubrir lo positivo de los demás.
Hacer un poco mejor el mundo, dejando tras de ti a un hijo bueno o un jardín cultivado, o bien, porque ayudaste a un pobre.
Saber que no viviste en vano y que, gracias a ti, una persona pudo respirar con más tranquilidad.
ESTO ES HABER TRIUNFADO” (Mayúsculas, negritas y cursivas mías).

            Segundo lugar, una vez que tengamos su definición, es ubicar cuáles son las áreas de desarrollo del Éxito. Por consiguiente el éxito es integrador y, solo así, podremos decir que el mismo va acompañado de la mano con la Felicidad. El éxito no puede ser visto solo desde la perspectiva económica o desarrollo profesional, sino de la vida familiar, física mental, profesional, social y espiritual. Lo he publicado en otros de mis artículos, conozco muchas personas que dicen ser exitosas económica o profesionalmente, pero todo un desastre en la vida familiar e inclusive espiritual.

            Unos días atrás me enviaron por facebook una nota sobre un matrimonio mexicanos que iban a cumplir 81 años de casados, creo que el esposo tenía 95 años de edad y ella 93, su aspecto es de personas muy, pero muy humilde, tan solo con una gran diferencia de muchos, su rostros reflejaban un gran amor. Su secreto de mantenerse vivos como familia es: orar siempre juntos. Que hermoso testimonio de estos esposos y que ejemplo para la sociedad en general. Para ellos el éxito estaba proyectado en la familia ¿cuestión de suerte? No. Sino de amor, paciencia, comprensión, sacrificios, tolerancia, comprensión, fe, unidad y aceptación. ¿Cuántos momentos difíciles habrán pasado estos esposos? Lo vencieron y siguen venciendo; hablaban de tener diez generaciones; desde aquí les envío mi bendición.

            En tercer lugar, es dejar claro que el Éxito empieza desde tu mente, cambiando tus pensamientos para estar reflejado en tu actitud. No es tarea fácil, pero tampoco imposible, solo es dejar en claro tu proyecto de vida, reflejando tus sueños en metas y éstas en objetivos.

             Te invito a  re-direccionar el pensar en negativo a positivo, no convertirse en esclavo de los prejuicios; tener confianza en ti, cada uno de nosotros tenemos virtudes y cualidades diferentes; nunca te menos desprecie. Te fe en lo que vayas hacer, siempre que sea algo positivo  para el bien tuyo y de tus seres queridos, piensa que es lo mejor que vas a conquistar. Conviértete en un apasionado de la vida, de tu trabajo, tiempo recreacional, etc., disfruta cada momento y haz todo con Amor. Mantén siempre el apetito por conocer, edúcate para triunfar en la vida; la educación transforma en mente y actitud.  


            Para finalizar, tan solo queda en ti en creer o no que el éxito es cuestión de suerte;  si es así, entonces algunos serán los afortunados y otros no. En cuál categoría te ubicas. De lo contrario si piensas que el éxito es cuestión de mente y actitud, bienvenido seas y vamos tras su conquista sin renunciar a él, porque todos hemos nacido  para triunfar.

jueves, 13 de marzo de 2014

PENSAR EN POSITIVO


martes, 11 de marzo de 2014

Lecciones de liderazgo de Steve Jobs

El co-fundador de Apple era un jefe difícil, pero su visión de “pensar diferente” le permitió crear productos que cambiaron el mundo.
Steve Jobs era un jefe duro, sin duda. Y aunque la primera cinta biográfica basada en la vida del co-fundador de Apple no escatima en mostrar su estilo agresivo de liderazgo, no reúne toda la historia. En la película despide a  un ingeniero con un movimiento de muñeca y luego le pregunta “¿Qué sigues haciendo aquí?”. Pero a pesar de que era estricto, impulsaba un ambiente colaborativo en el que pudiera surgir la innovación.
Después de ver “Jobs” me quedé pensando sobre qué hacía especial a su estilo de liderazgo y los obstáculos de personalidad que toca la película. Aunque recomiendo esperar por la interpretación de Aaron Sorkin de la vida de Steve Jobs (la segunda película biográfica de Jobs, y para la que Steve Wozniak está consultando) “Jobs” me hizo pensar por qué la monarquía colaborativa de Steve Jobs fue tan exitosa. Aquí cuatro razones:
Su visión ayudaba a impulsar la creatividad individual
Apple y Steve Jobs son inseparables. Su identidad estará reflejada en cada producto Apple que se desarrolle, y eso se debe a que se involucraba en todos los elementos de la filosofía de diseño de Apple. Era conocido por ser muy controlador, y de hecho se ha relatado que rediseñó la apariencia del camión y de la cafetería de la empresa.

Aunque cada producto Apple es la suma de muchas habilidades distintas, éstos se adhieren a la visión establecida por Jobs de entender lo que hace a un producto Apple atractivo. Esta fundación específica empodera a los diferentes aspectos del diseño del producto a superarse, mientras que se mantiene consistente la experiencia del usuario.
No contrataba a personas tontas
Los métodos de reclutamiento de Apple estaban estructurados alrededor de trabajadores especialistas y profesiones multifacéticas. Y aunque el primer instinto de muchos managers es contratar a alguien que trabaje igual o menos que el empleador, Apple buscaba a las personas talentosas de cualquier profesión y les daba una oportunidad de brillar. Estos empleados debían acordar con el mensaje básico de Apple. Y es de ahí de donde Jobs tomó su reputación de hombre duro.

Llevó una filosofía de artista a la tecnología
El artista sabe por qué su arte es increíble, pero al final se trata de que el consumidor lo note. El iPad les enseñó a los consumidores que las baterías de una laptop no tenían que calentarse en su regazo. Esto podría haber sido un pitch difícil en un focus group, pero Apple no los necesitaba. La voluntad de Jobs de invertir en la estética de los productos Apple modeló el propósito utilitario de todo dispositivo electrónico en algo que era emocionante y se vendía a sí mismo por ser maravilloso.

Desdeñó el estatus quo
Alerta de spoiler: La cinta “Jobs” termina con una re imaginación de la grabación del icónico anuncio de Apple para el Super Bowl de 1997. La campaña “Think Different” no sólo se convirtió en el mantra que mejor describía la filosofía de Apple, sino que también representaba el lado humano olvidado de la tecnología.

Un teclado táctil de Apple, creo, personifica el verdadero significado de “Piensa diferente”. Se siente natural, rápido y regresar al teclado de PC sería incómodo. Los productos Apple son más caros porque pagas por un equipo de diseño que ha tenido la libertad de analizar cómo interactúas con el producto. Steve Jobs no sólo es conocido por su voluntad de compartir el crédito, sino por hacer que la gente reconozca que buena parte de lo que hace a los productos Apple increíbles es la fe que la empresa pone en las manos de su equipo de diseño
Aunque Jobs probablemente no sabía cuándo grabó su primera voz en off, estaba construyendo la fundación de un culto de personalidad que explotó simplemente porque sus productos eran más agradables que los de los demás.
Debe resaltarse que Steve Jobs fue el contrapunto de un movimiento que ya estaba en marcha. Las computadoras eran inevitables, pero Jobs fue el único dispuesto a entrar a la industria desde un ángulo novedoso.
Su estilo de management provocaba desencuentros, pero los resultados son claros: Dejar que tus productos reflejen a las mentes que los crearon afectará en cómo los clientes se sentirán cuando lo compren. Steve Jobs era un bully ocasional, pero porque estaba consciente de la relación entre el producto y su identidad. Espera lo mejor de tus colaboradores, espera lo mejor de ti mismo y siempre considera nuevas formas para que tu empresa “Piense diferente”.
Por Adam Toren