lunes, 14 de enero de 2013

EL LIDERAZGO EN EL LÍDER, LA VÍA DEL ÉXITO


EL LIDERAZGO EN EL LÍDER, LA VÍA DEL ÉXITO.
Fiorenzo CAMPEOTTO L.

            Puede resultar muy normal hablar de líder y liderazgo y sus elementos en comunes, pero en sí son dos conceptos diferentes que se interconectan en las andanzas de las relaciones interhumanas bien sea laborales, sociales y familiares. Antes todo, el líder se deriva del inglés leader, es un guía, una persona que conduce a otro u otros en la búsqueda constante de satisfacer una o unas necesidades en común. En cambio para Bravo Villarán Luis, el liderazgo es la “capacidad, habilidad, consistencia y valor de la persona, para ser seguida por un conjunto de otras personas, para el logro de un fin común y de beneficio para todos los que participan”.
         En resumen, podemos decir que líder es el concepto atributivo a un individuo en particular; en cambio, es liderazgo son las acciones que este individuo aplica hacia un fin común. No existe líder si no medimos su liderazgo en los indicadores de la capacidad, habilidad, consistencia y valor de la persona como tal.
            Veamos esto por parte. Antes todo el líder tiene que sentirse en capaz de guiar a otros, iniciando esto por la capacidad de conocerse a sí mismo para obtener los otros elementos que calificarán a su liderazgo.
      Habilidad. El líder debe emplear técnicas adecuadas en cada escenario que se le presente. Estas técnicas deben manejarse con suma cautela que no perjudiquen a los intereses comunes del grupo. Solventar las fallas con inteligencia y mantener siempre al equipo motivado al logro de sus objetivos.
          Consistencia. El líder siempre debe reflejar una personalidad equilibrada, manteniendo en constante balance  emocional con la razón. Producto de este equilibrio es la seguridad que le brinda a su grupo reflejado en las tomas de decisiones con precisión y firmeza, minimizando los riesgo que pueden afectar al logro de la meta y a los interés en común.
         Valor. El líder es un individuo  con principios y valores éticos, reflejados en sus acciones previas y durante su liderazgo. Los elementos axiológicos desarrollados brindan la confianza y el respeto al líder como persona, en cierta forma le da autoridad en decidir las acciones pertinentes en pro del bienestar de todos los integrantes del grupo. Es el capitán de la nave que sabe tomar bien el timón para seguir avanzando frente las altas mareas minimizando los riesgos de naufragio.
            Viendo esto podemos decir que la tesis que el líder nace no es valida si no existe su liderazgo y, estos elementos, no son innatos sino se forjan durante el crecimiento y desarrollo de la persona desde la educación en su hogar como las relaciones sociales. 
          Es importante agregar a estos elementos la congruencia de lo que dice frente sus acciones a emprender. Conozco unos cuantos líderes que no son congruentes y, automáticamente,  pierden la contextura en  habilidad consistencia y valor de su liderazgo. Es el elemento que provoca el desánimo en el grupo. La congruencia no forma parte de valor sino que está en interrelación con  todos los demás elementos y, ciertamente, es un factor que debe ser analizado y corregido durante la capacidad de conocerse a sí mismo. Una persona incongruente no puede bautizarse como líder, dejaría ser guía, ya que el guía no solamente conduce sino que es modelo a seguir.
           Finalmente, podemos decir que la vía del éxito del liderazgo radica en el desarrollo óptimo de estos elementos y otros tales como: convertirse en un buen comunicador, delegar funciones y responsabilidades según las aptitudes de cada integrante del equipo, flexible frente las decisiones tomadas, esto es que puede ser corregidas frente cualquier circunstancia y escenario; el desarrollo de la identidad grupal donde cada integrante sienta en sí el sentido (valga la redundancia) de pertenencia con el grupo.

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