domingo, 16 de junio de 2013

DESDE LA VIRTUD EN SÓCRATES, PARA EL ÉXITO Y LA FELICIDAD

Por Fiorenzo Campeotto L.
         
         Sócrates parte del supuesto que todos, hombres y mujeres, estamos llamados a ser felices. Es cierto, es la constante búsqueda de todo individuo: Aspirar a la felicidad; por ende, ésta se convierte en una ley irrevocable del Éxito. Todo ser humano al nacer está llamado a ser feliz, inicia la constante búsqueda de poner orden al caos de su vida para lograr su máximo sueño: La felicidad; nuestras acciones pone en función a ella; para unos está depositada en las riquezas materiales o un buen automóvil o en la belleza física,  pero en fin, el verdadero sentido de felicidad para Sócrates no radica, en su totalidad, en estos elementos.

    Para Sócrates todo lo antes mencionado son insuficientes para aspirar a la felicidad, ¿por qué? Porque son elementos transitorios y no trascendentales. Para lograr su trascendencia deben ser aplicados para y por el Bien, es decir, en el buen uso de ellos, no como elemento subjetivo de satisfacción personal sino factores objetivos del Bien personal y colectivo.
        No obstante, para este filósofo griego estos factores de estética, materiales y reconocimientos solo pueden ser considerados como Buenos si son analizados por la sabiduría; factor de suma importancia en todo accionar del ser humano. La sabiduría se convierte en la esdrújula de todas las actividades, por emprender y emprendidas,  para conquistar la felicidad, ya que puede transformar nuestro accionar en actitudes por y para el Bien.
          La realización de una acción sabia rechaza automáticamente todo lo negativo, por ejemplo: si aspiramos al éxito debemos empezar por cambiar nuestra actitud y, solo la logramos,  optando por transformar todo pensamiento negativo en positivo; esto nos conduce a buscar la felicidad en lo bueno de una acción,  ver la Vida desde la óptica positiva, hacer todo lo que vamos a emprender para el Bien. Desde esta perspectiva podemos hablar sobre la aplicación ética en todos nuestros proyectos de Vida porque lo estamos haciendo bajo la consciencia de sentirnos Feliz y, la felicidad es Paz, tranquilidad, armonía.
           
             Bajo este orden de ideas, según Sócrates,  la felicidad, al formar parte de la sabiduría, va a pertenecer  a un sistema de continuo aprendizaje, porque nos enseña a conocer las virtudes y ponerlas en función del Bien. Por lo tanto, cuando nos afrontamos a los errores de la Vida, éstos  pasan a formar parte de experiencias, a diferencia de las virtudes que es un saber; si  nos equivocamos corregimos y rectificar es una virtud de sabio, solo el necio queda en lo errado.
            
            En fin, podemos decir que existe momentos de fracasos y derrotas, todo depende de la perspectiva que lo mires; si no te levantas de nuevo, el fracaso pasa a ser el grave problema de tu vida, se convierte en una tormenta sin fin; no podrás ver al  futuro porque tiene la mente obstruía, pierdes las esperanzas de encontrar la luz en la oscuridad.
          
           Por otra parte, cuando el fracaso lo mira como error, tendrás el coraje  de emprender nuevas acciones, te levantas a tomar nuevos rumbos, no te importa comentarios algunos que pueda perjudicar tus sueños, sino la meta que tiene en la mira para ser alcanzada; entonces, tendrás la experiencia de convertir todo lo negativo en positivo; en tu historia solo se escribirá “no existe fracasos sino derrotas”.

            
           Finalmente, Sócrates nos invita que la sabiduría por sí sola no logra mucho conocer lo bueno sino va acompañada de la educación; ésta no debe ser vista como algo  colectivo sino como un sistema entrelazado con el todo, para que el individuo sea formado como una persona integral y lograr la sana convivencia con el medio ambiente y la sociedad en que nos desenvolvemos. Toda  persona que aspira al Éxito necesita estar en una constante dinámica educativa para su sana salud metal, espiritual y física en la constante búsqueda de la felicidad. 

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